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Superdotados

Los niños talentosos o superdotados poseen características distintivas que fácilmente se pueden identificar. Creativos, curiosos, precoces, sensibles y memoriosos, estos pequeños manifiestan desde que son bebés sus habilidades innatas y una inteligencia superior a la media. Existen algunos indicadores que permiten reconocerlos, pero son los especialistas quienes pueden confirmarlo a través de diferentes test. Cuanto antes se hace el diagnóstico, más oportuno será el acompañamiento y la contención, tan necesarios en estos casos.

Al observar a los niños actualmente se hace evidente la evolución genética de la humanidad. Vienen a este mundo con habilidades mucho más desarrolladas, vinculadas a las distintas inteligencias múltiples, y muy especialmente a la inteligencia tecnológica. Muchas mamás comentan “mi hijo vino con el chip de la tecnología incorporado” y no se equivocan. Los niños de hoy nacen con grandes capacidades para el uso de computadoras, controles remotos, juegos y pantallas táctiles. Es común ver a un bebé manejando una tablet o el celular de papá con total naturalidad. Lo que resulta de vital importancia es advertir que lo que nos parece tierno y sorprendente a temprana edad, puede transformarse en un abuso años más tarde, pasando horas conectados porque no se marcaron los límites a tiempo, ni se incorporaron nuevas formas de razonamiento.

Aunque en líneas generales los niños de esta época son mucho más “despiertos”, existen algunos pequeños con mayores aptitudes intelectuales, los llamados “superdotados” o “niños con doble excepcionalidad”, cuyas características son:

·         Creativos

·         Curiosos

·         Ávidos de aprendizaje

·         Precoces al caminar, hablar, leer, escribir, etc.

·         Habilidad distintiva en un área determinada

·         Vocabulario diferente y enriquecido

·         Extremadamente sensibles

·         Comprometidos con las tareas y desafíos que se le plantean

·         Memoriosos

Hay dos tipos de niños superdotados, por un lado están los chicos más extrovertidos, sociables, histriónicos, carismáticos y con cierta tendencia a la hiperactividad y por el otro los más tímidos e introvertidos. Los primeros son pequeños inquietos a los que se les dificulta el descanso, por lo general duermen pocas horas o tienen complicaciones para conciliar el sueño.  Los “niños búho” son aquellos que presentan una actividad creativa muy fuerte por las noches y por eso tienden a dormir durante el día. Los papás irán encontrando lentamente la forma de organizar los horarios para que puedan organizarse y tener una rutina similar a la de los otros.

Estos chicos talentosos son altruistas, tienen un gran sentido de la moral y la justicia, siempre están buscando hacer las cosas bien, pero hay que orientarlos para que no confundan la excepcionalidad con el perfeccionismo. Pretender ser perfecto sólo les traerá frustración y sufrimiento, mientras que si aprenden a disfrutar y se sienten positivamente excepcionales podrán integrarse y compartir en cualquier ámbito. Los papás deberán tratar de regular esa tendencia a la auto-crítica y enorme auto-exigencia muy características en estos niños.

Toda su vida se van a sentir “diferentes” por eso es tan importante el acompañamiento por parte de las instituciones educativas. Siempre les va a costar la integración a grupos y  todas las situaciones estereotipadas o estandarizadas. Cuando por alguna razón se sienten avasallados o vulnerados por actos de violencia suelen sufrir mecanismos defensivos, conocidos como “disincronía”, una especie de ruptura  en el psiquismo, que los lleva a apartarse, aislarse del grupo o quebrar las relaciones incluso llegando a tener problemas de deserción escolar. Prefieren quedarse solos antes de ir a la escuela y tener que tolerar que los insulten, les peguen o les falten el respeto.

Es cierto que antes los chicos superdotados se formaban en escuelas especiales para ellos, pero actualmente se recomienda integrarlos al resto de los niños y no adelantarlos de grado, buscando que puedan resolver y organizar primero ciertas cuestiones psicoafectivas. La aceleración recién podría ser una alternativa ya en la adolescencia, pensando en su formación como joven y adulto. De hecho, en Salta se han dado un par de casos de chicos superdotados que estudiaron en la Universidad entre los 14 y los 16 años teniendo en cuenta que el contexto social y familiar era el propicio y gracias a ello se obtuvieron magníficos resultados.

El sistema educativo se encuentra muy desactualizado, incluso de acuerdo a lo que establecen las leyes en nuestro país ya se deberían haber incorporado nuevos contenidos y tecnología encarando diferentes estrategias de enseñanza, pero seguimos estancados mirando modelos antiguos que no funcionan e insistiendo con estructuras obsoletas. Si hay una educación que puede generar la libertad de los seres humanos es la educación en la diversidad, la cual fomenta el desarrollo de las potencialidades de cada uno. 


Con el asesoramiento de María Eugenia Alberó.  Licenciada en Psicología. 





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