bebés & niños
¡Ojo con las picaduras!
Con el verano vuelven
los insectos y los padres comienzan a alarmarse ante la posibilidad de que sus
hijos sufran diferentes tipos de picaduras. Las mismas provocan molestias leves
como una roncha o sarpullido y en algunos casos generan reacciones alérgicas,
las que pueden traer mayores complicaciones para su salud.
Cuando
un niño es picado por un insecto sufre molestias tales como picazón, ardor,
dolor, enrojecimiento de la piel e inflamación y en algunos casos puede
aparecer una reacción alérgica. La picadura de abejas, avispas y abejorros
despiertan con mayor frecuencia este tipo de reacciones, por lo que debemos acudir
de inmediato a una guardia si el niño tiene una tos seca, voz bitonal o
dificultad para respirar. Puede estar sufriendo un espasmo de glotis lo que
constituye una emergencia pediátrica. Nos moveremos con rapidez pero siempre
tranquilizando al pequeño para que no se asuste porque esto sólo empeorará el
cuadro.
El
mosquito hembra Aedes aegypti es el principal transmisor de dengue, zika y
chikungunya, tres enfermedades que están causado gran preocupación en todo el
mundo. Pica durante el día, en las primeras horas de la mañana y al finalizar
la tarde y se encuentran tanto en espacios interiores como exteriores. Suele
picar en los tobillos y en los codos. La transmisión se produce cuando el
mosquito está infectado con alguno de estos virus.
Para
este verano el pronóstico no es muy alentador respecto a la propagación de
estas enfermedades, pero se espera que las autoridades sanitarias mantengan
controlada la situación y se extremen las campañas de concientización para que
las familias mantengan sus hogares limpios, descacharrados y libres de
recipientes donde pueda acumularse agua en patios o jardines.
En
materia de prevención es importante saber que los repelentes a base de
citronella pueden usarse en niños con más de 6 meses de vida y después de los 2
años se pueden utilizar los que son aptos para esta edad o bien colocar el que
usan los adultos. El producto debe cubrir muy bien toda la superficie del
cuerpo. Cualquier espacio que quede libre de repelente será un blanco fácil para
el mosquito.
En
el recién nacido se aconseja usar un tul que cubra su moisés o cuna, sobre todo
al aire libre o en lugares donde hay muchos mosquitos. Una buena alternativa
sería también colocar tela mosquitera en la ventana. Los sahumerios de
citronella y los repelentes que se enchufan pueden usarse en la habitación del
bebé, pero como en estos casos no se mata al mosquito, sino que se lo repele,
ni bien hay una corriente de aire y el olor se disipa, el insecto puede atacar.
Otras
picaduras frecuentes en los niños son las de hormigas y arañas. Para evitarlas
debemos procurar que los chicos no caminen descalzos en el césped y deshacernos
de cualquier hormiguero que se esté formando en la tierra. Si un pequeño lo
pisa, rápidamente su cuerpo se llenará de hormigas.
¿Qué hacer si lo
picaron?
Para
aliviar las molestias que provocan en el niño las picaduras de insectos podemos
colocarles un antihistamínico o talco mentolado en la zona afectada, una vez
que la limpiamos y la secamos muy bien. Para reducir la inflamación podemos
aplicar frío loca.
Si
el pequeño se rasca mucho puede lastimar la piel y corremos el riesgo de que la
herida se infecte sobre todo porque los chicos suelen tener suciedad y
bacterias debajo de las uñas.
Con
el asesoramiento de Luis Cataldi. Médico Pediatra.