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Los golpes de calor y los chicos

En los últimos años se notó un incremento de la insolación o golpe de calor en bebés y niños.  El sol está cada vez más dañino y no solamente produce lesiones por quemaduras en la piel, sino que la exposición prolongada al calor genera muchas veces una serie de síntomas a nivel orgánico que pueden ser muy perjudiciales para la salud de los más chiquitos.

Si un niño pasa muchas horas bajo los rayos del sol sin la protección adecuada, está expuesto a sufrir un golpe de calor. Esto sucede cuando el organismo tiene dificultades para regular la temperatura, a través de  los mecanismos habituales como la sudoración, y como consecuencia la temperatura corporal aumenta provocando los siguientes síntomas:

·         dolor de cabeza

·         cansancio

·         somnolencia

·         inapetencia

·         irritabilidad

·         piel seca

·         sensación de calor sofocante

·         sed intensa y sequedad en la boca (labios y lengua)

·         sudoración excesiva

·         fiebre

·         descompostura, nauseas, vómitos

·         calambres musculares

·         mareos o desmayos

·         confusión, delirio, y hasta convulsiones o estado coma

En los bebés, además, puede verse la piel muy irritada por el sudor del cuello, pechito, axilas y pliegues de los codos y de la zona del pañal, así como un llanto desconsolado. 


RECOMENDACIONES

R Los bebés menores de un año no deben exponerse al sol, ni directa ni indirectamente, lo que quiere decir que aunque estén bajo una sombrilla y en una carpa pueden recibir el reflejo de los rayos del sol y llegar a insolarse.

R Cuando llevamos al pequeño a pasear en el cochecito, hay que ponerle un sombrero, evitar que los rayos del sol le den de frente y procurar que la capota del cochecito lo proteja lo suficiente (sino es así se puede improvisar la protección con una mantita).  Cabe mencionar, sin embargo, que no es conveniente  que el bebé pase demasiado tiempo en el coche porque esto puede aumentar su temperatura corporal.

R Nunca dejar a los chicos encerrados en un auto, ni pasar con ellos mucho tiempo en un vehículo cerrado o estacionado.

R No sobre-abrigar al bebé, su piel es mucho más fina y delicada que la del adulto y se deshidrata con mayor facilidad. Se aconseja usar prendas de algodón.

R No esperar a que los niños pidan agua, los papás deben ofrecérsela continuamente. En el caso del bebé lactante será la mamá la que le ofrezca con mayor frecuencia la teta. Además, esa mamá debe cuidar su propia hidratación para preservar la producción de leche materna.

R En el horario de 10 a 16 horas, lo mejor sería que los chicos no jueguen bajo el sol, porque es el horario en el que los rayos del sol pegan perpendicularmente a la tierra y puede ocasionar más daño.

R Para protegerles la piel es necesario usar un bloqueador solar que debe ser colocado antes de salir de casa y no cuando ya llegamos a la pileta o a la playa. Es importante, poner el producto uniformemente. Si olvidamos algunas zonas, las mismas pueden verse seriamente afectadas en el transcurso de las horas.

R Si los chicos están jugando o practicando algún deporte en estas épocas de altas temperaturas, también deben usar el bloqueador solar y ponerse una gorrita.

R Bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia es una buena medida.

R Mantenerlos en lugares ventilados o con aire acondicionado si la temperatura ambiente es muy elevada.


Sabías que?
El golpe de calor puede ser muy grave para bebés y niños, por eso ante los primeros síntomas hay que consultar con el pediatra o en el centro de salud más cercano al domicilio.


Con el asesoramiento de Luis Cataldi. Médico Pediatra. 














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